El hijo de Carlos


Quiero hablar contigo sobre la historia del conflicto en mi pueblo. Mucha gente fue asesinada, en mi familia, pero no sólo en mi familia. Mucha gente tiene problemas; todavía tienen problemas, a pesar de que ese conflicto fue hace muchos años. No entiendo por qué pasó tanto. No entiendo qué tenía que ver esto con la gente. La gente era muy pobre, no entendían de política. Mucha gente murió y nunca supo por qué.

Un problema es que mucha gente piensa que la gente Maya es gente inferior, y el problema político es una justificación para matar a muchos mayas. Es una justificación, el término de comunista que le atribuyeron, a la gente indígena. Fue sólo un pretexto para matarla.

La gente de las aldeas tenía mucho miedo, tenían miedo del ejército y de la guerrilla. Mucha gente se volvió guerrillera porque vieron que el ejército estaba matando a la gente. Y supuestamente los guerrilleros no te hacen nada, nosotros vamos desde amigos, en ese momento, no sé, es por defensa, es por buscar quién te ayude. Entonces, ¿qué haces? Pero yo diría que mucha mucha de la gente no sabía la diferencia entre cuál era la guerrilla y cuál era el ejército. Realmente, no simpatizaba con ninguno de ellos.

Recuerdo conversaciones, una vez entre mi abuelo, mi mamá, mi papá y mis tíos. Mi abuelo dijo que tenía dos personas que trabajaban para él y una vez estos hombres aparecieron muertos. Él dijo que fue el ejército [quien los mató]. Ellos tenían dos machetes que sean para trabajar, plantar. Esos dos machetes, los agarraron y que los hayan matado, tuvo la delicadeza de formar una cruz en el pecho. No sé, eso para mí es ironía, es como burlarse de la gente que murió.

La gente decía que mi papá era guerrillero, igual que otros tíos, pero mi papá no era. Él era enfermero, trabajaba en el centro de salud. Visitaba a la gente, en esas comunidades porque se les brindaba apoyo de parte de la institución. Talvez sus viajes a las comunidades fue interpretado como que él anduviera hablando… no sé… de cosas.

Mi papá desapareció en la capital. Él estaba trabajando cuando desapareció. En esa ocasión desaparecieron las cuatro personas: mi papá, su cuñado y dos personas más. Un mes después, otro mi tío también desapareció. El ejército lo buscó en su casa, y se lo agarraron. En total, en mi familia, desaparecieron mi papá, dos tíos y un cuñado, o sea, tres tíos. Tengo otro tío, él también tenía miedo de que le pasara lo mismo y él fue a refugiarse a México. Mi familia es buscada, perseguida. Mi familia se escondió, en nuestro pueblo primero, en otras casas, también fuimos a Guatemala, a huir un tiempo. Yo sabía que mi padre había desaparecido. Porque oí a la gente hablando y lo entendí. Pero mi madre jamás habló de eso. Mi mamá nunca lloró en frente de nosotros. No sé, talvez lo hizo para protegernos, pero nunca nos dijo lo que había pasado. Nunca. Ella nunca dijo ‘pobrecitos de nosotros, nos pasó esto’. No. Ella trabajó. Es maestra de primaria. Ella era vamos, vamos, vamos! Es muy fuerte en su mente. Ahora ella dice que fue para que no sintiéramos odio. Mi mamá nunca nos dijo ‘a su papá lo mató el ejército’. Ella pensaba que si hemos contado nosotros, mis hermanos, hubiéramos crecido con odio. Si mi mamá me hubiera contado todo lo que pasó, hubiera afectado mi mente, puede que hubiera creído que mi papá iba a regresar. Mis abuelos creen que mi papá y mi tío van a volver. Mis abuelos los buscan todavía.

No hablo de esto porque hay mucha gente que no entienden como yo. Talvez yo esté mal, pero tenemos puntos de vista muy distintos.

Muchos incluso hoy en día piensan que sienten mucho odio. Mucha gente dice ‘yo soy pobre porque sufrí mucho’. Yo entiendo que eso sucedió, y que no fue justo, pero que no sirve de nada sentir este odio. Pero no se ponen a pensar de que la única forma de salir de todo eso es estudiando, es trabajando.

No he platicado con todos acerca de eso. Hay muchas historias más duras, historias más fuertes que la mía. Muchos lloran cuando cuentan eso. Yo no sé si lloro algunas veces por mi padre, pero… yo no recuerdo. Pero es bueno cuando hablo de esto, a veces recuerdo otras partes y me hace sentir mejor. Con mis tíos, mi abuela, mi abuelo, mi mamá, hasta hoy en día, yo nunca de eso pregunto nada. Pero ahora, yo siento que conozco la historia, lo que dicen los libros, ahora yo siento que estoy preparado para preguntar. No me sentía listo para escuchar todo esto. No he podido hablar hasta ahora porque cada vez que hablamos de esto, ellos lloran. Muchos sienten ganas de llorar, y no pueden hablar. Pero ahora necesito saber más sobre esto. Necesito saber, necesito preguntar qué siente mi mamá, qué siente mi tío. Muchos años han pasado, talvez ahora estén más centrados. Mis sentimientos son más maduros ahora. Mis hermanos y hermanas más pequeños no están muy interesados. Creo que el interés tiene que nacer de ellos. Talvez no quieren hablar de eso, talvez sienten que todavía no… igual que yo, no están preparados para eso.

Yo tengo más recuerdos de mi papá que mis hermanos menores, pero no son claros, son muy difusos. Sólo tengo dos fotos de mi papá. Había muchas, pero en la época de violencia mi mamá las quemó o las enterró, porque ella tenía miedo de que alguien viera las fotografías y si algo pasaba con algo de nosotros de la familia, y encontraran las fotos de los familiares, probablemente iban a buscarlos también.

Hay un elemento que me hace recordar más a mi papá. Cuando tenía ocho o diez años encontré una hoja de papel y no sabía qué era. Leí ‘cocina, baño, sala’… es un plano, una pequeña hoja donde hay un diseño de una casa. Le pregunté a mi mamá ‘¿qué es esto?’ y me dijo que mi papá quería construir esta casa para la familia. No sé, pero yo sentí en ese momento, o entendí en ese momento, que yo quería estudiar eso. Yo me preguntaba cómo hayan hecho cada uno de los dibujos, desde los árboles, las sillas, las mesas, y yo me imaginaba eso, yo ya veía la casa.

Así que terminé la primaria y quería estudiar arquitectura. Nunca rodé, yo sabía lo que quería. Es, no sé, es a mí sí me emocionó mucho esa casa. Ahora, yo miro el diseño y todo allí, yo siento, talvez lo mismo que sentía de niño. Y igual, ¡el dibujo es malo!

Ahora sé que era un sueño de mi papá. Él tenía muchos sueños. Quería esta casa. Talvez puedo hacer realidad un sueño de mi papá. Talvez en uno o dos años, no sé, puedo construir esta casa. A veces cuando yo me acuerdo de mi papá, no siento ganas de llorar, me siento feliz.